La Democracia Líquida es la Democracia Directa con delegación de voto.
En la Democracia Líquida cada ciudadano tiene la posibilidad de votar cada decisión y realizar propuestas, pero puede ceder su voto a un representante para aquellas decisiones en las que prefiere no participar.
En una Democracia Líquida, los ciudadanos que desean implicarse en la vida política, pueden hacerlo, y los que prefieren no complicarse, pueden delegar en representantes. Cada cual decide su nivel de implicación en la vida política.
Es un sistema en el que cualquier ciudadano puede ser representante. Tan solo debe hacer público su voto.
Así mismo, cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos puede crear un representante virtual, que publicará su intención de voto en nombre del partido político o corriente de opinión a la que representa.
No es necesario esperar 4 años para cambiar de representantes. El voto delegado puede recuperarse en cualquier momento:
- para votar una decisión puntual en la que se quiere participar directamente
- para tomar parte activa en el parlamento virtual, votando en cada decisión
- para delegar en otro representante
SIGUIENTE >>